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SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las entidades del sistema financiero refuerzan las medidas de protección a colaboradores y clientes frente al COVID-19, por lo cual han dispuesto el uso de mascarilla para poder recibir servicios presenciales en las sucursales y oficinas en todo el país.
La medida, anunciada por la Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana (ABA) y la Liga Dominicana de Asociaciones de Ahorros y Préstamos (LIDAAPI), será efectiva a partir del lunes 13 de abril, en todas las sucursales y oficinas de servicio del país.
“La seguridad y protección de las personas es la prioridad de las entidades que conforman el sistema financiero ante la necesidad de garantizar la continuidad del servicio a los clientes”, sostiene el comunicado del sector financiero remitido a la prensa.
En este sentido, la ABA y LIDAAPI reiteraron la recomendación a los usuarios de los servicios financieros de preferir los canales electrónicos y plataformas digitales de los bancos, a fin de garantizar el distanciamiento social y reducir las filas en las sucursales.
Desde la declaratoria de emergencia nacional por el Covid-19 las instituciones financieras han mantenido activos los protocolos de prevención y mitigación de la circulación del virus en sucursales y edificios corporativos.
Asimismo, refuerzan la atención al cliente en los canales digitales, refuerzan los protocolos de limpieza en superficies y estaciones de trabajo, mantienen el sistema de teletrabajo y el aislamiento preventivo del personal con condiciones de salud preexistentes.
Realizado por Barna Management School con el apoyo de INICIA y la Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos, ofrece un análisis detallado sobre el entorno en el que operan las pymes del país.
La Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos recibió en sus instalaciones la visita del primer grupo de seis estudiantes meritorios, becados bajo el programa de subvenciones de la Fundación Madre y Maestra y la institución financiera.
La cartera de créditos neta creció 14.4% impulsada por el financiamiento a sectores productivos y a viviendas, alcanzando un saldo de RD$57,633 millones.