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¿Comprar o alquilar? El dilema de la primera vivienda

No cabe dudas que la decisión más transcendental en la vida económica de una persona o pareja es la adquisición de una vivienda. Adquisición que, con el tiempo, se convierte en patrimonio familiar o bien puede ser un vehículo financiero de inversión.

Este artículo, va dirigido a quienes han contemplado la posibilidad de adquirir una solución habitacional.

¿Cuáles condiciones se pueden presentar para optar por una vivienda? Iniciemos este recorrido orientador.

Hay diversas formas por dónde empezar, pero queremos hacerlo por la más común: la pareja. A esta la dividiremos en dos: matrimonios estables y recién casados.

Matrimonio estable

Las parejas con matrimonios consolidados e hijos, regularmente piensan en tener una vivienda propia.

Los matrimonios estables ven la vivienda como un bien que le garantizará seguridad, luego que los hijos se hayan marchado de la casa.

¿Cuáles aspectos deben ser tomados en consideración por este tipo de familia?

  1. El tipo de vivienda que desean adquirir (apartamento, casa unifamiliar, etc.)
  2. Características de la vivienda (número de habitaciones, baños, cantidad de parqueos, sector donde se ubica la vivienda, entre otros)
  3. Precio de la vivienda. Aquí se debe considerar si es vivienda nueva en pre-venta, nueva terminada o usada.
  4. Facilidades externas (acceso vial, a farmacias, supermercados, estaciones de combustibles, colegios, universidades, centros comerciales y demás).
  5. Condiciones de la compra. Si será a crédito o con los ahorros realizados durante años.

En el caso del financiamiento se toma en cuenta:

  • Edad de los adquirientes. Un préstamo puede definir sus condiciones por esta variable.
  • Estado de salud de los adquirientes.
  • Contextos laborales actuales de los compradores.
  • Estatus crediticio de ambos, por tratarse de un bien familiar.
  • Monto inicial para la compra. En este caso se recomienda:
    • Tener un 20% de inicial.
    • 80% de financiamiento para capital.
    • De 15 a 20 años de plazo.

Tomen en consideración, que el préstamo para viviendas, conlleva un costo de seguro del inmueble que se refleja dentro de la cuota del préstamo.

Respecto al tiempo del préstamo, es importante sopesar que, a mayor tiempo, el costo financiero será mayor.

Algunas personas, optan por financiar a largo plazo, para poder tener cuotas más bajas y así poder cumplir el compromiso. Sin embargo, hay alternativas con relación a las cuotas.

Aquí le presentamos algunas de ellas:

Está la modalidad “flexi-cuotas” que consiste en dividir en partes el monto del capital, para generar pagos anuales que amortizarían el préstamo más rápido.

Ejemplo: Si el capital a financiar es RD$1,200,000, puede optar por colocar en cuotas flexibles RD$200,000 que se dividirían en la cantidad de años de vigencia del préstamo. Si tiene el préstamo a 20 años, se dividen los RD$200,000 entre 20 y eso generará la cuota anual.

Otra opción es realizar pagos extraordinarios que, a diferencia de los complementarios, ustedes pagan su cuota mensual normal y cada cierto tiempo, en acuerdo con su banco, pueden hacer abonos al capital.

Es importante saber, a partir de qué momento puede hacer abonos al capital, pues hay instituciones financieras que penalizan al deudor por hacer avances en los pagos a sus préstamos.

Recuerden, que los primeros años de un préstamo hipotecario, lo que más rápido se amortiza son los intereses que le cobra el banco al deudor.

Observaciones:

En resumen, para un matrimonio estable, resulta más factible la compra de la vivienda, pues como familia ya se tiene cierta estabilidad y ese paso regularmente se da cuando los hijos han madurado o están en ese proceso de convertirse en adultos jóvenes y los padres van delegando responsabilidades.

Recién casados

El caso de los recién casados jóvenes es interesante, pues muchas parejas nóveles quieren asegurar su futuro con una vivienda y dejar de generar beneficios a otro, vía el alquiler de una casa o apartamento.

Es importante que antes de dar ese paso la pareja evalúe en perspectiva qué le conviene, si comprar o alquilar.

Aquí iniciamos nuestras observaciones:

Las parejas jóvenes tienen una ventaja sobre los matrimonios estables: todavía no tienen hijos. Resulta extraño decir que es una ventaja, a continuación, explicamos las razones.

Como la pareja joven no tiene hijos aún, el nivel de responsabilidad financiera y compromiso es menor, lo que les permite planificar la potencial adquisición de la vivienda.

A la joven pareja, se le recomienda en sus primeros años de unión, optar por el alquiler de una vivienda e ir creando las condiciones financieras para que logren comprar el inmueble en un mediano plazo, que bien puede ser de cinco a diez años.

Luego que esas condiciones financieras están dadas para adquirir la vivienda, la pareja debe tomar en cuenta:

  1. Tipo de vivienda y sus características. El aumento de la población ha modificado las características de las viviendas y hemos pasado de viviendas unifamiliares hacia edificios de apartamentos.
  2. Las demás condiciones son similares a las del caso de los matrimonios estables:
  • Edad de los adquirientes. Un préstamo puede definir sus condiciones por esta variable.
  • Estado de salud de los adquirientes.
  • Contextos laborales actuales de los compradores.
  • Estatus crediticio de ambos, por tratarse de un bien familiar.

En el tema del financiamiento se recomienda:

  • Tener un 20% de inicial.
  • 80% de financiamiento para capital.
  • De 15 a 20 años de plazo.

Observaciones:

Los matrimonios jóvenes tienen la oportunidad de ir creando una buena reserva de dinero e incluso, optar por inversiones, antes de embarcarse en el proyecto de adquirir una vivienda.

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